Pelotas prepotentes.

No me gustan los pelotas prepotentes que creen saberlo todo y de todo y se presentan en todas partes el primer día como si fueran los que más saben, pasando el día tras el jefe adorándolo, sin pararse a pensar que hay personas que pueden llevar media vida haciendo un trabajo y sabiendo de sobra lo que deben hacer, metiendo su nariz en todo y haciendo comentarios fuera de lugar a esas mismas personas.
En muchas ocasiones es bastante duro para un aficionado estar rodeado de auténticos profesionales, pero yo pienso que en ocasiones lo importante es saber hacer tu trabajo, con el que disfrutas y en el que das todo lo que puedes dar y más.