miércoles, 12 de diciembre de 2007

Aquella pequeña habitación

Recuerdo una pequeña habitación a oscuras, con un mínimo resplandor de luz que entra desde la calle por una ventana, en la habitación dos personas, nerviosas y al mismo tiempo emocionadas, viviendo un momento que saben que nunca olvidarán, un momento que en tantas ocasiones habían soñado y hablado sobre lo que podría pasar. Por fin se encuentran solos cara a cara, como si nadie más existiera en el mundo, ese momento es sólo de ellos y para ellos.
Se sienten como dos adolescentes ante su primera vez, pensando en qué puede pasar por la cabeza del otro, deseando que todo salga bien y que el tiempo se detenga sólo para ellos, que esa noche nunca termine, que nunca la olviden.
Nunca olvidarán esa habitación y esa noche llena de nervios, emoción, magia y felicidad, una habitación que no desaparecerá de su memoria y que siempre tendrán como uno de los más mágicos e increíbles momentos de sus vidas, donde se amaron y olvidaron al resto del mundo, sólo ellos, juntos, viviéndose el uno al otro y llenando ese pequeño rincón de felicidad y amor, una pequeña habitación lejos de todo el mundo, en la que sólo existirán ellos, sus nervios, sus deseos, su amistad, sus sentimientos, sus mágicas sensaciones, sus cuerpos, sus besos, sus caricias y sus miradas, una pequeña habitación que para ellos siempre será su rincón lejos de todo el mundo, donde sólo existían ellos.

5 comentarios:

............ dijo...

Cada vez que escribes algo demuestras que sí sabes escribir y que emocionas con cada cosa que sale de esa cabeza.
¿Para cuándo el libro?

Anónimo dijo...

Tú estuviste en esa habitación, no?

El Lobo del bombin dijo...

todo lo aqui escrito se trata de ficcion, fruto de mi mente enferma.

............ dijo...

Pues no estarías pero lo parece, porque creo que solamente hay dos tipos de personas que puedan describir esos sentimientos con tanta exactitud y transmitir a quien lo lee la sensación de haber estado allí: alguien que ha vivido algo similar o alguien que es un genio escribiendo, tú decides.

El Lobo del bombin dijo...

Fruto de mi mente enferma.