jueves, 31 de enero de 2008
Land Of Confusion - Genesis
Debo de haber soñado mil sueños... Dicen que el peligro ha pasado Pero puedo ver que el fuego aún está encendido Ardiendo en la noche... Éste es el mundo en el que vivimos... Éste es el momento Éste es el lugar Así que buscamos nuestro futuro Pero no hay mucho amor alrededor... Recuerdo que hace mucho tiempo Cuando el sol brillaba Las estrellas resplandecían A lo largo de la noche Y el sonido de tu risa Mientras te abrazaba estrechamente Hace tanto tiempo... No volveré a casa esta noche Mi generación lo arreglará todo No estamos sólo haciendo promesas Que sabemos que no vamos a cumplir. Demasiados hombres Demasiada gente Causando demasiados problemas
Y no demasiado amor circulando No lo ves Ésta es la tierra de la confusión Éste es el mundo en el que vivimos Y éstas son las manos que nos han dado Úsalas y empecemos a intentar Qué éste sea un sitio por el que valga la pena luchar... Levántate y empecemos a mostrar Hacia dónde se dirigen nuestras vidas.
miércoles, 30 de enero de 2008
¿Alguien sabe como hacerlo?.
No me apetece hacer nada de nada, solo desaparecer y no dejar ni rastro de mi, si alguien sabe como hacerlo que me lo diga.
martes, 29 de enero de 2008
Aterrorizado.
Estoy aterrorizado, asustado, angustiado, cagado, acojonado... no se como saldra esta aventura y me siento impaciente de ver resultados y de no fallar, ffffffff.
lunes, 28 de enero de 2008
Se estrena.
Menguante.
viernes, 25 de enero de 2008
miércoles, 23 de enero de 2008
martes, 22 de enero de 2008
La primera del 2008.
viernes, 18 de enero de 2008
Don Diablo.
Ale, cantando pal luar que me voy!!!... Ron con coca cola, ron con coca cola, ron con coca cola... nananananana por alli...
martes, 15 de enero de 2008
¡Oh Capitán, mi capitán!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
Walt Whitman.
A partir de ahora podéis llamarme cariñosamente ¡oh capitán, mi capitán!
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
Walt Whitman.
A partir de ahora podéis llamarme cariñosamente ¡oh capitán, mi capitán!
lunes, 14 de enero de 2008
Two Princes - Spin Doctors
Esto es para lavar mi imagen, me mola culture club sí, pero también Spin Doctors y este peazo de tema. Qué Temón!!!.
Culture club.
Anda que no soy hortera y ochentero.
Boy George y culture club qué míticos y sí... me molan!!!.
jueves, 10 de enero de 2008
Su libreta.
Una casa en medio de la nada, rodeada por un inmenso bosque y un lago de aguas cristalinas. En la casa, en una pequeña habitación con dos enormes ventanales desde los que se ven, por un lado, un ejército de árboles milenarios y por el otro, las aguas cristalinas del lago, un hombre se encuentra frente a una gran chimenea de piedra. Desde pequeño siempre le gustaron y atrajeron las chimeneas; recuerda que en casa de su tío había una, en invierno le gustaba mirar cómo las maderas ardían y en verano, durante su infancia le gustaba jugar con sus muñecos delante de la misma, imaginándose que la chimenea era una enorme fortaleza.
El hombre se encuentra tumbado en un sofá, en compañía de un buen amigo que ha estado a su lado desde hace muchos años, su perro, un golden retriever que adoptó en una perrera cuando sólo era un cachorrillo. Al lado del sofá una mesa baja rectangular en la que se encuentra su móvil, un portátil, una pequeña libreta, una taza de chocolate caliente y una pipa; él nunca ha fumado pero siempre le ha gustado el olor del tabaco de pipa, al igual que a ella, que fue quien le regalo esa pipa que ahora permanece apagada sobre la mesa y que le acompaña allá donde va. El teléfono y el portátil son su único lazo de unión con la civilización, junto con su coche, un viejo jeep completamente renovado que recuerda a los utilizados en la segunda guerra mundial , con el que siempre soñó desde niño, que se encuentra en el pequeño garaje al lado de la casa y que sólo utiliza cuando las provisiones se agotan o alguno de sus amigos o familiares reclama su presencia, pero ante todo evita salir de su escondite desde hace muchos años.
Otra fiel compañía del hombre es su libreta, muchos de los estantes que tiene en la habitación y algún otro que tiene por la casa se encuentran llenos de pequeñas libretas en las que ha ido apuntando frases, pensamientos y recuerdos que han pasado por su cabeza en algún momento; hace muchísimo tiempo que empezó a escribir todo lo que pasaba por su cabeza. Ante el fuego y con su libreta en la mano recuerda que fue lo que le llevó a huir del resto del mundo, lo que le llevó a esconderse de las personas que quería, de sus amigos y de todo. La recuerda a ella, la mujer a la que sigue amando con más fuerza si cabe, a pesar de que nada sabe de ella, sólo lo que en ocasiones le cuentan sus amigos. Nunca ha podido olvidarla y muchísimo menos dejar de amarla. Su corazón era sólo de ella, nadie más logró alcanzar nunca esa parte de su cuerpo ni ese rincón de su alma, en el que toda su felicidad, toda su vida, era ella. El sabe que se equivocó, pero nunca dejó de pelear por ella, por lo que sentía por ella, por redimir su error, por demostrarle que ella era, es y será lo más importante en su vida, ella era su sueño, su ilusión, su deseo, ella era todo, todo… pero ella nunca le perdonó, nunca apreció sus esfuerzos por recuperarla, nunca vio como día tras día le demostraba que podrían estar juntos siempre y que él nunca la dejaría sola y la apoyaría en todo lo que ella decidiera embarcarse. Nadie la conocía como él la conocía, ella nunca vio lo que de verdad significaba para él y lo que él sentía de verdad por ella.
Él nunca dejaría de sentir ese dolor que le oprimía el corazón y el alma. Nunca consiguió dejar de sentirse solo, aún cuando se encontraba con sus viejos y queridos amigos, a él nunca le gustó estar ni sentirse solo, pero ese fue el castigo autoimpuesto por perder a la mujer de su vida. Él sabía que nada ni nadie haría que todo lo que vivió con ella desapareciera de su cabeza, sabía que cada momento vivido con ella era único e irrepetible y que con nadie más se sentiría como siempre se había sentido con ella. Su corazón ya no le pertenecía hacia muchísimo tiempo, no le pertenecía desde que la conoció, sabía que ese hueco que se había quedado vacío en su vida y en su alma sólo era de ella y nada ni nadie conseguiría llenarlo ni tan siquiera ocuparlo.
El hombre se encuentra tumbado en un sofá, en compañía de un buen amigo que ha estado a su lado desde hace muchos años, su perro, un golden retriever que adoptó en una perrera cuando sólo era un cachorrillo. Al lado del sofá una mesa baja rectangular en la que se encuentra su móvil, un portátil, una pequeña libreta, una taza de chocolate caliente y una pipa; él nunca ha fumado pero siempre le ha gustado el olor del tabaco de pipa, al igual que a ella, que fue quien le regalo esa pipa que ahora permanece apagada sobre la mesa y que le acompaña allá donde va. El teléfono y el portátil son su único lazo de unión con la civilización, junto con su coche, un viejo jeep completamente renovado que recuerda a los utilizados en la segunda guerra mundial , con el que siempre soñó desde niño, que se encuentra en el pequeño garaje al lado de la casa y que sólo utiliza cuando las provisiones se agotan o alguno de sus amigos o familiares reclama su presencia, pero ante todo evita salir de su escondite desde hace muchos años.
Otra fiel compañía del hombre es su libreta, muchos de los estantes que tiene en la habitación y algún otro que tiene por la casa se encuentran llenos de pequeñas libretas en las que ha ido apuntando frases, pensamientos y recuerdos que han pasado por su cabeza en algún momento; hace muchísimo tiempo que empezó a escribir todo lo que pasaba por su cabeza. Ante el fuego y con su libreta en la mano recuerda que fue lo que le llevó a huir del resto del mundo, lo que le llevó a esconderse de las personas que quería, de sus amigos y de todo. La recuerda a ella, la mujer a la que sigue amando con más fuerza si cabe, a pesar de que nada sabe de ella, sólo lo que en ocasiones le cuentan sus amigos. Nunca ha podido olvidarla y muchísimo menos dejar de amarla. Su corazón era sólo de ella, nadie más logró alcanzar nunca esa parte de su cuerpo ni ese rincón de su alma, en el que toda su felicidad, toda su vida, era ella. El sabe que se equivocó, pero nunca dejó de pelear por ella, por lo que sentía por ella, por redimir su error, por demostrarle que ella era, es y será lo más importante en su vida, ella era su sueño, su ilusión, su deseo, ella era todo, todo… pero ella nunca le perdonó, nunca apreció sus esfuerzos por recuperarla, nunca vio como día tras día le demostraba que podrían estar juntos siempre y que él nunca la dejaría sola y la apoyaría en todo lo que ella decidiera embarcarse. Nadie la conocía como él la conocía, ella nunca vio lo que de verdad significaba para él y lo que él sentía de verdad por ella.
Él nunca dejaría de sentir ese dolor que le oprimía el corazón y el alma. Nunca consiguió dejar de sentirse solo, aún cuando se encontraba con sus viejos y queridos amigos, a él nunca le gustó estar ni sentirse solo, pero ese fue el castigo autoimpuesto por perder a la mujer de su vida. Él sabía que nada ni nadie haría que todo lo que vivió con ella desapareciera de su cabeza, sabía que cada momento vivido con ella era único e irrepetible y que con nadie más se sentiría como siempre se había sentido con ella. Su corazón ya no le pertenecía hacia muchísimo tiempo, no le pertenecía desde que la conoció, sabía que ese hueco que se había quedado vacío en su vida y en su alma sólo era de ella y nada ni nadie conseguiría llenarlo ni tan siquiera ocuparlo.
miércoles, 9 de enero de 2008
martes, 8 de enero de 2008
lunes, 7 de enero de 2008
sábado, 5 de enero de 2008
viernes, 4 de enero de 2008
Mi foto.
jueves, 3 de enero de 2008
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